Traumatología -
Problemáticas asociadas al pie cavo y opciones de
tratamiento
Última actualización de la noticia: 04/10/2011
Problemáticas asociadas al pie cavo y opciones de
tratamiento
La alteración conocida como pie cavo, que es
precisamente lo contrario al pie plano, tiene una
alta incidencia en nuestra población. Así lo asegura
el doctor Eduard Rabat, cirujano ortopédico y
traumatólogo, experto en cirugía del pie y del
tobillo en el Hospital Quirón de Barcelona, y
responsable de la Clínica de cirugía del pie y del
tobillo de Terrassa. Cuando hablamos de un pie cavo
nos referimos a un pie cuyo arco tiende a ser mayor
de lo normal. Lo que ocurre a causa de este hecho es
que la superficie de carga disminuye y, por tanto,
también lo hace el apoyo contra el suelo. La
alteración del pie cavo es muy frecuente sobre todo
en formas leves, aunque muchas veces no dan ninguna
molestia. Se calcula que alrededor de un 25% de la
población tiene tendencia a un pie cavo.
Consecuencias
Los pacientes con pie cavo tienen una mayor
inestabilidad al andar porque su superficie de apoyo en
el suelo es menor y menos estable. Estos pacientes
tienden a presentar más esguinces de tobillo y también
una mayor predisposición a sufrir enfermedades como
fascitis plantar o dolores en el metatarso ya que se
apoyan más hacia delante que en la zona central del
pie. Los casos graves de pie cavo provocan dolores en
el metatarso porque ese hueso está tan salido que casi
provoca úlceras, llegando incluso a desarrollar
artrosis de todas las articulaciones del pie.
Pie cavo congénito
En algunas ocasiones se detectan casos de pie cavo
congénito, aunque lo cierto es que todos los niños
nacen con una capa de grasa en la planta del pie y, por
tanto, nunca se observa una bóveda plantar en el recién
nacido. Entre los 3 y 5 años esa bóveda no acaba de
formarse por completo. Sin embargo, si se avisa de un
caso de pie cavo en un recién nacido hay que ponerse en
alerta porque suele ser sintomático de un problema
neurológico.
Tratamiento del pie cavo
El 90% de los casos de pie cavo tienen buena
solución gracias al uso de plantillas, sobre todo en
los pacientes con sintomatología. Las plantillas
aumentan la superficie de contacto con el suelo por lo
que la estabilidad aumenta. Además, a través de unas
almohadillas o cuñas se puede conseguir aliviar las
zonas de presión.
Cirugía
En los casos más graves se puede optar por una
cirugía que variará el ángulo de incidencia de los
metatarsianos sobre el suelo. Esto se consigue a través
de unos cortes en el hueso que lo aplanan, o a base de
fijar articulaciones de la parte de atrás del pie con
el fin de aplanarlo y estabilizarlo. Aunque en realidad
estamos hablando de tratamientos muy cruentos, lo
cierto es que son muy agradecidos. Cuando el pie cavo
afecta a una persona de entre 20 y 50 años se opta por
osteotomías que cambien el ángulo de incidencia de los
huesos contra en suelo. Si en cambio nos referimos a un
paciente de más de 50 años, la fijación de las
articulaciones será lo que salve la situación. Por lo
que se refiere a la recuperación de la cirugía siempre
dependerá de la gravedad de la enfermedad neurológica.
En el caso de las que son progresivas lo único a lo que
se puede aspirar es a mejorar la marcha del paciente y
darle un mayor confort, aunque no podrá llevar una vida
deportiva como otra persona.
1 Ficheros de sonido (12:03 mins):
Reproducir entrevista con el
doctor Eduard Rabat, cirujano ortopédico y
traumatólogo, experto en cirugía del pie y del
tobillo en el Hospital Quirón de Barcelona, y
responsable de la Clínica de cirugía del pie y del
tobillo de Terrassa. (12:03 minutos)
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Enlaces:
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www.doctor-rabat.net