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Última actualización de la noticia: 05/03/2009
¿Qué puede hacer el farmacéutico para que la persona fumadora que entra en la Oficina de Farmacia deje el hábito?¿Qué tratamiento le puede ofrecer el farmacéutico?
Las oficinas de farmacia reciben numerosos clientes
deseosos de dejar de fumar, y a los que piden consejo
para ello. Tarea difícil sobretodo si el fumador no
tiene claro dejarlo o si les falta voluntad para ello.
Episodios de tos o cuadros de hipertensión y
colesterol altos pueden hacer que el fumador esté
concienciado para abandonar el hábito.
Ante estas peticiones de clientes dispuestos a dejar de
fumar, el primer paso es cerciorarse de que tienen la
fuerza de voluntad para dejarlo, que lo quieren
conseguir y que harán lo posible para
conseguirlo.
Los farmacéuticos le recomendarán un cambio de hábitos
de vida, no necesitar del cigarrillo tras las comidas,
ni con el café, ni en otras circunstancias habituales,
y decirle que hay varios métodos para ello, bien sean
los chicles de nicotina, los parches, comprimidos e
incluso la homeopatía
Dependiendo de lo que se fume podría prescribirse uno u
otro tratamiento, si bien hay cierta declinación por
los chicles de nicotina, tipo “Nicoretteâ€,
cuyo uso se remonta a más de 70 años, tras probarlo en
unos marinos embarcados en un submarino con resultados
excelentes.
En el caso de los chicles es importante no combinar el
cigarrillo con el chicle, marcarse un día señalado para
empezar la terapia, hacerlo público a tu entorno,
familia y amigos, y hacerlo primero con el chicle de 4
mg, mas fuerte que el de 2 mg. y del que hay con sabor
a menta. Explicar que se masca diferente a un chicle
normal, y que cada chicle debe tenerse en la boca
durante unos 30 minutos, primero mascando hasta que te
envuelve la boca con un fuerte sabor a nicotina,
luego dejándolo en reposo bien bajo la lengua o bien en
un lateral de la boca, para después volver a mascar y
que libere más sabor a nicotina.
En cuanto a la dosis, pues dependerá de lo fumador que
sea el paciente, si bien los valores medios estarían
entre 8 y 12 chicles al día, y no sobrepasar nunca los
15 diarios. Se tomarán siempre que el fumador tenga la
necesidad de llevarse un cigarro a la boca, con la
ventaja de que estos chicles no contienen alquitrán ni
otras sustancias nocivas para el organismo.
Es importante que la gente sepa que no se trata de un
chicle convencional, que hay que masticarlo despacio,
como degustándolo, ya que no en vano libera nicotina a
nuestro organismo.
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La gran diferencia de los chicles respecto a los
parches, pese a que ambos eliminan parcialmente la
nicotina del cuerpo, es que el chicle actúa sobre el
momento de coger el cigarrillo, lo que lo hace más
efectivo, ya que el parche se coloca 12 horas en el
cuerpo, al acostarse debe retirarse, y al despertar
volverlo a colocar, pero necesitas de ayudas
complementarias para ocupar tus manos y eliminar el
gusto de la boca con chicles de los normales u otras
cosas.
1 Ficheros de sonido (08:23 mins):
Reproducir Entrevista a Neus Falcó, farmacéutica (8:23 minutos)
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